Limpiarse el rostro es imprescindible para la salud de nuestra piel y es patrimonio de todos, tanto de mujeres como de hombres. La piel sufre las consecuencias del estrés y de la contaminación. Con la limpieza de la piel no solo eliminamos las impurezas y la suciedad ( polvos, dióxido y monóxido de carbono de los coches, óxidos de nitrógeno y azufre de industrias cercanas, entre otros contaminantes) que no la dejan respirar, sino que preparamos la dermis para que pueda recibir de manera eficaz todos los beneficios de los tratamientos cosméticos posteriores (sérum, cremas…).
Desde Farmacia Can Ros queremos compartir las diferentes soluciones limpiadoras. ¿Cuándo se lleva a cabo la limpieza?
Se debe limpiar la piel por la mañana y por la noche.
Durante la noche nuestro cuerpo está en reposo, y es el momento del día en el que se produce la renovación celular. La limpieza nocturna debe ser más exhaustiva porque necesitamos eliminar todo tipo de contaminación, células muertas y otras impurezas (consumo excesivo de café y tabaco) acumuladas durante el día.
Como por la noche la piel expulsa residuos de sebo y sudor, con la limpieza matutina nos deshacemos de estos pequeños restos, además de “dejar trabajar” correctamente nuestra crema habitual. ¿Cuál es la rutina para una limpieza ideal?
Primero de todo hacerlo a diario.
En el caso de ir maquilladas, el primer paso sería DESMAQUILLAR, para eliminar los productos comedogénicos de nuestra piel que son los que obstruyen principalmente los poros.
Como segundo paso tenemos la LIMPIEZA, dónde eliminaríamos restos de polución y otras partículas que residieran en la piel.
Por último deberíamos TONIFICAR, para restaurar el pH de la piel, para hidratar, para refrescar, y para suavizar la piel después de lo agresiva que pueda haber sido la limpieza.
Una vez a la semana, deberíamos EXFOLIARNOS. Los exfoliantes son productos compuestos por pequeños gránulos, que a través de un masaje circular, remueven la parte más externa de la piel, reactiva la microcirculación local, y arrastrando, elimina las impurezas más difíciles de eliminar.
¿Con qué debo limpiarme?
En la actualidad haytratamientos personalizados hechos especialmente para cada tipo de piel, y dependiendo del tipo de piel que tengas, será más conveniente utilizar un método y un producto de limpieza u otro.
Porque cada persona es única y cada belleza es particular
Aquí te ofrecemos las diferentes alternativas y algunos de los productos que en Farmacia Can Ros trabajamos: Loción: Es un producto líquido, para un confort instantáneo. Se aplica en un algodón en el rostro y en el cuello y finalmente secar. Ideal para pieles sensibles, ya que por su fluidez el contacto con la piel no es nada agresivo.
Leches: Gracias a su textura fresca y fundente, la leche limpia la piel con mucha suavidad, por eso son ideales para pieles secas, sensibles y delicadas. Aplicar delicadamente una pequeña cantidad de leche directamente en el rostro y el cuello o en un algodón. Disolver con movimientos circulares por todo el rostro. Finalmente aclarar con agua limpia o con una loción tónica.
Emulsión: Es un tipo de producto que contiene lo que se le llamauna “gran tensión superficial”, esto quiere decir que tiene una alta afinidad en adherir lípidos y grasas en él. Es ideal para pieles mixtas o grasas, con actividad bacteriana. Aplicar por todo el rostro en movimientos circulares y finalmente aclarar con abundante agua tibia.
Cremas: La textura de las cremas se funden en la piel para eliminar con suavidad y a la vez respeta la película hidrolipídica de la piel, y dependiendo de la crema ya es un primer paso de tratamiento, normalmente hidratante. Aplicar en el rostro evitando el contorno de ojos y finalmente aclarar con agua limpia.
Mousse: Es una textura suave que refresca y tonifica la epidermis. Ideal para todo tipo de pieles. Se aplica en el rostro y cuello con movimiento circulares. Aclarar.
Gel-espuma: Este tipo de textura jabonosa suave suele causar buena impresión en aquellas pieles parcialmente grasas, además los geles suelen llevar activos que neutralizan los contaminantes.
Gel: Típicamente conocido como “el jabón facial”. Normalmente suele gustar en pieles grasas o mixtas. Suelen tener más poder astringente que los demás productos de limpieza, la piel que limpia y recobra su opacidad y matiz.
Aguas micelares: Las aguas micelares se componen de micelas, unas partículas que atraen a la suciedad y la grasa propia del rostro. No suelen llevar tensioactivos agresivos para evitar irritar la piel.Son ideales para las personas que tienen poco tiempo o poco hábito de limpieza fácil, ya que no necesitan aclarado. Dentro de las aguas micelares hay para cada tipo de piel.
Aceite: Es una variante de las leches desmaquillantes, se utilizan específicamente para eliminar el maquillaje sobre todo los waterproof o resistentes al agua. El aceite se funde con los componentes grasos del maquillaje y pigmentos por lo que eliminan muy fácilmente estos productos, simplemente aplicándolos con un algodón o con las yemas de los dedos y eliminándolos posteriormente con una toallita desechable.
Gel/Crema/Emulsión exfoliante: No se usa como limpieza diaria pero si es conveniente e imprescindible hacerse un tratamiento exfoliativo mínimo una vez por semana. Contienen micro-partículas alisantes y lo más importante desobstruye los poros. Limpia y desincrusta en profundidad, con lo que nos deja la piel muy preparada para que absorba nuestras cremas faciales de uso diario.
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